¿Cómo contarías tu historia?
Érase una vez… Así comenzaban nuestros mayores cuando en la noche, antes de empezar a soñar, nos ofrecían un pedacito de historias fantásticas. Contar historias es inherente a los mortales. Antes de que existiera la escritura, ya se contaban historias que se transmitían oralmente de generación en generación. Somos seres sociales que necesitamos comunicarnos en una llamada telefónica, en la panadería o en las redes sociales.
Cualquiera ha visto, escuchado, leído o visto una historia que llamó su atención y despertó sus emociones
“Si no tienes nada que decir, tus fotografías no van a decir mucho”, Gordon Parks.
“Hacer una fotografía es más bien como escribir un párrafo o una pieza corta, y realizar una serie completa de fotografías es como producir un escrito de muchas maneras. Existe la posibilidad de hacer declaraciones coherentes de una manera interesante, sutil y compleja”, David Goldblatt.
Contemos historias para mostrar perspectivas y miradas diferentes. Contemos historias para experimentar y emocionar al público. Contemos historias porque lo que tenemos a nuestro alrededor no es lo único que existe. En nuestros sueños hay más. Contemos historias para volvernos inmortales.
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