Desde el 16 de junio hasta el 15 de septiembre de 2016
SOBRE LA EXPOSICIÓN
habitāre ‘habitar’, vivĕre, ‘vivir’
Decía el escritor Jean-Luis Jack Kerouac Enamórate de tu existencia. Hoy podríamos añadir a esta afirmación O desenamórate de tu existencia, de nuestra existencia. Nuestra manera de habitar el mundo es nuestra manera de existir, de dejar huella, de crecer o decrecer. Podemos liberarnos (de la venda) para avanzar hacia la luz de la verdad, o continuar en la cómoda lobreguez. Puede que tengamos la fuerza interior para huir de las sombras y escapar. Viajar, avanzar y dar pasos, temerosos pero certeros. Crecer, aceptando los cambios, en ocasiones duros, en otras mágicos. Soportando las ausencias, homenajeando las presencias. Abrazando nuestras pasiones, las que mueven el mundo, las que nos ayudan a ocupar nuestro lugar. Podemos sentir pesadumbre al (re)descubrir las irritantes trabas y opresiones que una y otra vez nos hacen preguntarnos ¿Por qué? Por qué, en todos los idiomas. Finalmente, la desazón será asfixiante, porque en ocasiones, tendremos que ver cómo la disyuntiva vivir-morir no es siempre una decisión propia, sino que está a cargo de “poderosas” manos que sentencian sin escrúpulos.
El cometido del creador, implica dejarse sus propias emociones impresas en el papel, emociones que nos trasladan y nos empujan. Emociones que nos ayudan a comprender nuestro camino, nuestro destino. Emociones que nos forman como humanos, y nos diferencian. Metáforas visuales de la existencia. Las imágenes son nuestra forma de vivir, nuestra forma de habitar el espacio, nuestra forma de existir.
Buscamos existir, pero Existir de la mejor manera.
Leticia Vázquez