El taller

Taller de fotografía creado para el equipo de Aldeas Inclusiva  y destinado a descubrir distintas formas de fotografiar el entorno natural y “animal” en la Dehesa del Camarate (Lugros) mediante cámaras y dispositivos móviles.

A modo de ruta de senderismo se desarrolló un taller fotográfico en el que alternamos el descubrimiento de paisajes, ríos, variedades de árboles, animales, pastores, ruinas arquitectónicas y leyendas… con dinámicas que ayuden a mejorar nuestras fotografías.

A lo largo de la ruta se propusieron a los participantes la realización de fotografías con finales específicas, y para ayudarles, aportamos “consejos” y herramientas fotográficas para la creación de las imágenes.

La historia

No son sólo los colores y el paisaje por lo que el bosque está encantado. Según dicen en Lugros, un padre y un hijo entraron en el bosque remontando por la orilla del río, pero en algún momento el niño se perdió y nunca fue encontrado su cuerpo. Cuentan que aún vaga por las umbrías sin saber que ha muerto, llorando y llamando a su padre. Algunos pastores y senderistas aseguran haber escuchado los lamentos. Quién sabe, toda la provincia de Granada es muy rica en leyendas y ya sabe que aquí, todo es posible.

Con este misterioso escenario de fondo, los alumnos y alumnas de la Fundación Empresa y Juventud se adentraron en una ruta de senderismo con el objetivo de descubrir las distintas formas de fotografiar el entorno animal y vegetal de la Dehesa del Camarate (Lugros) utilizando tanto cámaras como dispositivos móviles. Además de retratar la naturaleza, los participantes de este taller tuvieron la oportunidad de interactuar con algunos personajes que merodeaban por allí y conocer las leyendas que durante años han habitado en el municipio.

La ruta, que se inició en el Horcajo y transcurrió junto al río Alhama, desembocó en «El Bosque Encantado» y finalizó en el Tentadero, una antigua finca en ruinas. A lo largo de este trayecto de casi cinco kilómetros, los participantes pudieron captar los colores otoñales de este privilegiado entorno, experimentando con el uso de la luz y las sombras, creando verdaderas escenas de misterio y terror.

El paraje

Los colores otoñales aparecen y se imponen los tonos rojizos, ocres y amarillentos en un paisaje donde la vegetación y la fauna son las verdaderas protagonistas. En medio de estas estampas naturales, también pueden observarse interesantes ruinas arquitectónicas.

Los personajes

El alumnado pudo avistar y fotografiar a dos de los personajes que habitan en «El Bosque Encantado». La primera de ellas era una lugareña que estaba escondida en uno de los edificios derruidos y que contó a los participantes la leyenda de Lugros. Más adelante apareció también un torero ermitaño que vagaba por el Tentadero.

Un recorrido por el bosque