El recuerdo no es siempre fiel a la realidad. En la niñez, la magnitud de los problemas se puede reducir a si esa sombra en la orilla del mar es una medusa o un monstruo marino. En la adolescencia, se amplía el campo de visión al empezar nuestra etapa de madurez. Aún así no asumimos del todo esta nueva realidad y ,en la búsqueda de nuestro propio camino, puede que nos equivoquemos y endiosemos a la figura equivocada.

Sin embargo, de estas distorsiones nace una mano tendida que marcará el camino. ¿La aceptas?

Colección «Naval» Blanca Álvarez (YLO DESIGN)